Luego de que se ordenara, en 2018, el cierre de la residencia estudiantil Torre del Norte para labores de mejoras y, el año pasado, ocurriera lo mismo con ResiCampus, ambas viviendas del recinto riopedrense de la Universidad de Puerto Rico (UPR) continúan sin una fecha de reapertura, reveló este jueves la institución educativa.

“(La fecha de reapertura) no se puede determinar en este momento. Los proyectos, luego de ser aprobados y recibir el financiamiento de FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias), entrarían a un proceso de diseño”, explicó la arquitecta Jennifer Lugo, coordinadora de la Oficina de Desarrollo Físico e Infraestructura (ODFI) de la UPR.

Detalló que este trámite conlleva varias etapas, entre las que se encuentra especificar la visión sobre la edificación- fase en la que aseguró se encuentra la UPR- y el proceso de subasta- descrito como “bien reglamentado en cuanto a los procesos legales”. Posteriormente, comenzaría la construcción de los edificios, que podría extenderse hasta más de un año cada uno.

La información se brindó en una conferencia de prensa virtual en la que el presidente de la UPR, Jorge Haddock, informó que la institución cuenta con 141 proyectos de infraestructura aprobados, de los cuales 29 son financiados por FEMA y con $288.6 millones para la inversión, entre 2020 y 2025, del sistema universitario.

Según el también doctor en ingeniería industrial, ResiCampus es la estructura más avanzada, pues se encuentra en la etapa de licitación gracias a desembolsos de aseguradoras, fondos institucionales, asignaciones federales, siendo estas últimas las que más han aportado a la remodelación.

Lugo destacó que, debido a ser definido como un edificio histórico, la intervención del diseño exterior e interior ha sido “bien comprensiva y minuciosa”. Indicó que la estructura con 60 años de historia contará con 60 habitaciones y tendrá una capacidad de albergar a 244 estudiantes, 106 menos que los podía admitir antes de su clausura.

En su último período abierto- segundo semestre del año académico 2019-2020- la vivienda acogió a 264 universitarios que pagaban una renta de $40 mensuales.

Por otro lado, Torre del Norte- que podía albergar hasta 400 alumnos- aún espera por la aprobación de FEMA para iniciar el proceso de mejoras por el que fue cerrado hace dos años y medio.

“La institución asignó $5 millones de fondos institucionales para su desarrollo. Se completó la fase inicial con esta aportación institucional que consistió de la realización de estudios especializados, estructurales y de cumplimientos de seguridad… que han servido para poder elaborar la propuesta de desarrollo de su rehabilitación”, precisó la coordinadora de ODFI.

Lugo subrayó que, basado en las regulaciones estatales y federales, FEMA realizó un estimado inicial que “está siendo evaluado para que esté en cumplimiento con los estándares de la industria para este tipo de edificaciones estudiantiles”.

Hasta hace unos meses, estas eran las únicas dos residencias del recinto riopedrense; sin embargo, el 31 de octubre de 2020, la UPR pasó a administrar el complejo Plaza Universitaria que hasta entonces era manejada por una entidad privada.

A preguntas de la prensa sobre el estatus de una alianza público-privada para construir una residencia estudiantil en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la UPR, Haddock sostuvo que aún no se ha llegado a un acuerdo con el gobierno.

“Esto (la alianza) involucra a agencias del gobierno central de la universidad para nosotros allegar esos fondos. Todavía estamos en el proceso, con la administración nueva, de dilucidar cómo vamos a seguir gestionando esa residencia”, manifestó a quien, recientemente, se le otorgó una plaza como catedrático sin seguir las normativas para alcanzar un rango académico.

La administración también remodelando la residencias Hotel Colegial en el RUM y el Centro Comunitario en Humacao.

Transformación de la UPR

De acuerdo con Haddock, están enfocados en transformar “elementos de tecnología, agilidad administrativa, visibilidad del baluarte arquitectónico y modernización de la universidad”.

Los $288.6 millones disponibles para invertir en los 11 recintos del sistema de enseñanza superior provienen de las siguientes fuentes: $109 millones de FEMA, $97.1 millones de partidas institucionales, $68.5 millones en subvenciones federales, $13.3 millones de reclamaciones a las aseguradoras y $738,600 de resoluciones conjuntas.

El RUM, con 13 proyectos que suman $60.3 millones, es el recinto que recibirá mayores fondos, seguido por Humacao ($60.9 millones) y la Administración Central ($48 millones).

Asimismo, el presidente de la UPR puntualizó que FEMA ya obligó $120 millones en fondos de recuperación por los huracanes Irma y María que encaminarán 35 proyectos.

Haddock presentó ejemplos de las mejoras a la infraestructura que han planificado dividido por los proyectos que ya han terminado, los que se encuentran en construcción, aquellos que se encuentran en subasta, los que son sistémicos y los estratégicos.

Entre los más destacados, está la impermeabilización del techo de la biblioteca José M. Lázaro del Recinto de Río Piedras, financiada con $600 mil asignados por FEMA y que estiman que culmine antes del próximo año fiscal. Por su parte, la rehabilitación del edificio de Química del RUM- afectado por el huracán María- se encuentra en proceso de subasta con fondos institucionales. La construcción de un nuevo espacio dedicado a la ciencia y tecnología en el Centro de Investigación en Ciencias Moleculares se concretará gracias a fondos del Economic Development Agency (EDA).

Sobre la conservación del interior de los 800 edificios bajo la administración de la UPR desde el inicio de la pandemia por el COVID-19, la arquitecta Lugo garantizó que no ha cesado, exigencia de los universitarios debido a que la gran mayoría continúa pagando las cuotas de mantenimientos.