Florida ha sido un líder nacional en la búsqueda de maneras de personalizar la educación para los estudiantes de K-12. Los hispanos, que representan más de una cuarta parte de los floridanos, han sido beneficiarios principales de estas políticas.
Los nuevos esfuerzos para expandir aún más las oportunidades sin duda continuarán esa tendencia.
Un proyecto de ley del senador estatal Manny Díaz Jr. agilizaría y ampliaría los programas existentes, para asegurar que más familias tengan más acceso a una educación que sirva a sus necesidades, dondequiera que vivan.
Ningún niño debe tener sus oportunidades académicas limitadas por el código postal donde resida. Pero muchos todavía las tienen, a pesar de los avances que hemos hecho en los últimos años.
La pandemia de la COVID-19 cristalizó los desafíos a los que se enfrentan las familias atrapadas en un sistema de talla única para todos. Las escuelas tenían dificultades para responder a las necesidades individuales de los estudiantes. Los padres fueron atrapados en el medio.
Respondieron admirablemente, ideando sus propias formas innovadoras de mantener a sus hijos comprometidos en el aprendizaje.
Ahora es el momento de que las escuelas de Florida sean tan innovadoras como las familias de Florida. Eso significa reevaluar un sistema que no satisface las necesidades de cada niño. Los niños hispanos serían los principales beneficiarios de tal transformación.
Según el Centro Nacional de Estadísticas Educativas, los hispanos constituyen un tercio de los estudiantes de escuelas chárter en todo el país, y más del 10 por ciento estaban inscritos en escuelas privadas a partir de 2017. De todos los estudiantes en el Programa de Becas de Créditos Fiscales de Florida, uno de los programas que la legislación de Díaz mejoraría aún más, el 38 por ciento son hispanos.
Somos una comunidad resiliente, pero la pandemia asombró a muchos de nosotros.
De acuerdo a una encuesta nacional de Decisiones Latinas, el 59 por ciento de los hogares hispanos están “muy preocupados” de que sus hijos puedan estar expuestos al coronavirus en la escuela; el 52 por ciento esperan tener problemas técnicos con el aprendizaje en línea, el 34 por ciento no tienen acceso a Wi-Fi de alta velocidad y el 36 por ciento “no tienen a nadie que pueda quedarse en casa” para supervisar las clases en línea de sus hijos.
El proyecto de ley de Díaz abordaría esas preocupaciones al consolidar los cinco programas existentes en dos, y ampliar las cuentas de ahorro para la educación. La mayor flexibilidad proporcionada por las cuentas de ahorro puede ayudar a resolver muchos de los problemas que lasbecas tradicionales dirigidas únicamente a la matrícula no abordan.
Las cuentas de ahorro se pueden utilizar para pagar currículos en el hogar, soporte físico y programas de la computadora, materiales de capacitación, tutoría, suministros y otros artículos aprobados, además de la matrícula escolar tradicional.
Es una visión de un futuro académico que puede inspirar a cualquier padre que quiera que sus hijos tengan la mejor oportunidad de alcanzar su potencial.
Estas reformas pueden ser un punto de partida.
Florida ha recorrido un largo camino, pero demasiados de nuestros hijos todavía están inscritos en sistemas organizados de arriba hacia abajo que dejan a demasiados preguntándose cómo pueden llegar ellos mismos a la cima.
La pandemia de la COVID-19 ha sido una tragedia para muchos, y ha planteado grandes desafíos a otros. Pero de esta crisis tenemos la posibilidad de aprovechar una oportunidad. Hemos visto de primera mano lo que las comunidades motivadas pueden hacer cuando el statu quo fracasó y amenazó con dejarnos a todos atrás.
Los padres enseñaron a sus hijos. Las familias organizaron grupos de vecinos para aliviar la carga mutuamente. Surgieron las microescuelas. Nuestras comunidades se unieron para enfrentar al desafío. Ahora tenemos la oportunidad de que nuestro gobierno estatal se una a nosotros en este proyecto.
Comencemos ahora a crear un sistema que se centre en los estudiantes en lugar de en los sistemas. Instemos a nuestros legisladores a que aprueben el proyecto de ley de Díaz y unamos a las familias, los maestros y la comunidad para construir un futuro mejor.
*Juan M. Martinez es el director de participación de base de la Iniciativa LIBRE-Florida.