• Diario Digital | viernes, 26 de abril de 2024
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Judiciales - Condenados

Comerciante abandonó su negocio y perdió todo para resguardar a su familia tras extorsión de pandilleros

La víctima logró obtener ayuda de la PNC y tras una negociación controlada se logró el acuerdo de cancelar $5,000, por lo que los pandilleros aceptaron. La comerciante estima su pérdida en más de $25,000 por haber abandonado su negocio. 

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Comerciante abandonó su negocio y perdió todo para resguardar a su familia tras extorsión de pandilleros

Entre lágrimas, una comerciante de Soyapango relató cómo fue amenazada por pandilleros del Barrio 18 para que cancelara $20,000 a cambio de no asesinar a su familia ni a ella misma y cómo tuvo que abandonarlo todo para salvaguardar a sus seres queridos. 

El 27 de enero de 2016, la mujer recibió a eso de las 7:00 de la noche una carta anónima en su negocio, en donde le solicitaban la extorsión antes mencionada.

Asustada, decidió colocar una denuncia en la Unidad Antiextorsiones de la Policía Nacional Civil (PNC), en donde le dieron ciertas recomendaciones para poder capturar a los causantes de sus temores.

Logró obtener ayuda de las autoridades y tras una negociación hecha entre la policía y los imputados, el 28 de enero de 2016 se logró el acuerdo de cancelar $5,000 y los pandilleros terminaron aceptando.

“¡Órale! Están bien los 5,000 dólares”, fueron las palabras que recibió por parte de una voz masculina. Luego, acordaron que lo entregaría en el centro comercial Unicentro de Soyapango, a la 1:30 de la tarde del 29 de enero del mismo año.

Tres sujetos, de los cuales solo han identificado dos como Eduardo Luis Amaya y Marlon Guerra Franco –los únicos dos procesados por el caso de extorsión-, le solicitaron a la policía encubierta la descripción del vestuario que portaba cuando estaba en el interior del centro de compras.

Sin mayor pérdida de tiempo, los dos sujetos mencionados pasaron frente a los ojos de la agente. Uno de ellos simulaba tener una llamada telefónica, mientras el otro la observó. Al tenerla en la mira, Amaya regresó por el dinero.

Cinco minutos después, los pandilleros fueron detenidos por los policías que habían montado el operativo de entrega controlada.

“He tenido una pérdida de más de 25,000 porque después de todo esto (la extorsión) tuve que abandonar mi negocio”, comentó en su declaración la afectada, quien seguía sin contener sus lágrimas. “Me siento afectada, tanto en mi patrimonio como en lo psicológico”, agregó.

Mientras la madre de uno de los imputados se mantuvo realizando una oración en todo el proceso que desarrolló el Tribunal 3° de Sentencia, el juez a cargo del caso encontró culpables a los dos pandilleros y los condenó a 10 años de prisión a cada uno. 

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