Por Florencia Vizzi

El deporte puede ser un bálsamo. Algo que nos une, que nos hermana incluso con aquellos con los que creemos que no tenemos nada en común y que nos son aboslutamente ajenos, nos acercamos un poco cuando descubrimos que podemos compartir una cerveza mientras miramos un partido de fútbol, o alentamos el mismo equipo de voley del club del barrio. El deporte es eso, y mucho más. Allí uno pone la pasión, el deseo, la ilusión, es parte de un sueño tanto más intenso por su carácter colectivo.

Pero el deporte es también el reflejo de las muchas complejidades de una sociedad cuyas reglas del juego suelen ser el triunfo del más fuerte sobre el más débil y todo tipo de resguardos y protecciones a los más poderosos por sobre los menos favorecidos.

Muchos se siguen preguntando si la infracción que Tévéz cometió allá por el 2015 al jugador de Argentino Juniors, Ezequiel Ham, no debería haber sufrido algún tipo de castigo. Se trató de una dura patada que le costó al mediocampista, que era toda una promesa en ese entonces, una triple fractura expuesta de tobillo, tibia y peroné, 610 días fuera de las canchas y, probablemente, la parte más rutilante de su carrera. Ham no volvió a ser el mismo y terminó jugando en un equipo de la segunda división de Japón.

Lesión de Carlos Tévez a Ezquiel Ham

Meses después, el mismo Tévez protagonizó un episodio similar, esta vez contra el arquero de Newell’s Old Boys, Ezequiel Unsaín. Un rodillazo del delantero fracturó la mandíbula de Unsaín que tuvo que ser sometido a cirugías y pasó largo tiempo sin jugar.

Pero esta no es una nota contra Tévez, el fútbol está lleno de estos episodios, y los castigos y sanciones son, en general, menos severos cuanto más poderoso es el cuadro al que pertenence el jugador que lo comete.

En 2011, Fabián Muñoz (Newell’s Old Boys) lesionó gravemente a Marcelo Sarmiento, de Unión de Santa Fe, provocándole fractura de tibia y peroné. A diferencia de lo que ocurriría años después con el delantero boquense, Muñoz sí fue sancionado. Fue expulsado y suspendido por cinco fechas.

¿Fue ese un castigo justo? ¿Debería haber sido más severo? Y la sanción sufrida por Cristian Sánchez Prette (Racing) en 2009, cuando le provocó una rotura de ligamentos cruzado en la rodilla derecha al paraguayo Marcos Cáceres que militaba en esa época en Newell’s Old Boys, ¿fue suficiente? ¿Fue un justo castigo las cinco fechas de suspensión y quedarse fuera del Mundial de Sudáfrica?

El debate sobre este tema puede ser tan apasionante como interminable, y está claro que no se limita al fútbol. Y, probablemente, esas mismas preguntas se han hecho repetidamente quienes hoy impulsan la formación de Tribunales de Justicia Deportiva.

Por fuera del fútbol, las ventajas de los clubes grandes sobre los pequeños, el abuso económico, las desigualdades de condiciones, la indefensión de los deportistas amateurs se padecen en las más diversas disciplinas deportivas, rugby, hockey, voley… tengan el nombre que tengan, esa regla se repite.

Ezequiel Unsaín, luego del golpe que le produjo fractura de mandíbula

Hace tan sólo unas semanas, Luis Parietti, quien durante 30 años fue parte del Tribunal de Disciplinario de la Asociación del Fútbol Argentino se despachó con polémicas declaraciones que ponían de manifiesto las relaciones de favoritismo del Tribunal con los clubes más poderosos. Más allá de los dimes y diretes y escándalos de ocasión, hay un equipo de juristas que hace un largo tiempo insiste en la necesidad de crear Tribunales de Justicia Deportiva, que sean autónomos e independientes.

Esa posta fue tomada por la diputada Claudia Giacone, quien lleva años insistiendo con el proyecto, que fue presentado en la Cámara Baja nacional en el año 2015, y en la provincial en 2016. En ambas ocasiones perdió estado parlamentario por falta de tratamiento. Sin embargo, Giacone no se dio por vencida, y desde la banca que ocupa actualmente en la Cámara de Diputados de Santa Fe, vuelve a insistir con la presentación del proyecto.

Especializados, autónomos e independientes

“El Tribunal de Justicia Deportiva se trata de un fuero dentro del Sistema Judicial dedicado exclusivamente al deporte y a las problemáticas y conflictos que deben dirimirse en ese ámbito. No sólo en cuanto a la competencia, sino también en relación a todo lo que rodea al deporte profesional, por ejemplo, sponsoreos, derechos de televisación, competencias” explicó la diputada Claudia Giaccone, del bloque “Juntos por Santa Fe” (FjpV). “Se trataría de un Tribunal especializado, así como existe el Laboral, el de Familia, el de Defensa del Consumidor. Estoy hablando de un tribunal especializado, autónomo, independiente, en el marco de la Justicia, que vendría a solucionar muchísimas falencias que hoy tenemos con los Tribunales de Disciplina por ejemplo, donde muchas cuestiones que no son resueltas”.

“Viendo las recientes declaraciones de Parietti, que estuvo 30 años en los Tribunales de la AFA, que quizá hoy el fútbol sea lo más visible de esta cuestión que estamos tratando, cuando los mismos que sancionan son jueces y partes, entonces difícilmente salgan sanciones fuertes para los más grande, y es, por el contrario mucha presión para los más débiles, los clubes integrantes en este caso de la AFA” se despachó la diputada en relación a los dichos de Parietti sobre los favoritismos del tribunal disciplinario hacia Boca Juniors.

Por su parte, Norberto Outerelo, autor del proyecto de ley, titular de la primer cátedra de derecho del deporte, y creador de la diplomatura de Derecho del Deporte, pone el acento en la cuestión de la autonomía, la independencia y la especialización.

“Esas tres condiciones tienen que ver con varias cosas. Primero, la autonomía es que no dependa de ninguna federación, confederación ni secretaría o ministerio o como quieran llamarle. Eso no es un invento mío, ya lo tiene Brasil y España, donde funcionan como tribunales administrativos. En Brasil incluso hay un código de justicia deportiva que salió con la ley Pelé, señaló Outerelo.

“Esto garantiza que cualquier cuestión que esté controvertida o que se deba dilucidar o juzgar, estará alejada del factor de poder, de ciertos intereses de los clubes más grandes, que son los que dominan el escenario de intereses”. Y remarcó: “Hoy por hoy, se dan muchos zafarranchos en la Argentina porque no hay tribunales deportivos. Muchos conflcitos van por materia a laboral o a civil o comercial, y se encuentran con una serie de sentencias inauditas porque esos jueces no saben de derecho del deporte, lo desconocen. Entonces muchas veces sacan sentencias o niegan hacer justicia en forma bochornosa”.

Qué habría pasado si….

No es la primera vez que la diputada Giaccone se “mete” con el deporte. Según su concepción, “el club es la escuela dentro de la educación no formal” y lleva un tiempo trabajando en ese sentido. Critica fuertemente el proyecto de las sociedades deportivas y señala que las profundas desigualdades en el ámbito deportivo ponen siempre en desventaja a los más débiles.

“En los distintos deportes el tema de la sanción y la disciplina representa un poder muy fuerte y hay que sacarlo de ese ámbito para poder fomentar una cuestión más igualitaria. Hay que ponerlo en un marco de independencia y especialización, con sentencias que tienen que ser cortas, de tres a cuatro meses tiene que haber una sentencia”, se explayó la diputada en relación a su visión de un Tribunal de Justicia Deportiva. Y añadió: “Es muy importante que pueda actuar de oficio, cuando por ejemplo, hay acciones de un jugador o de hinchas o socios de clubes en los que se juegan diversos intereses. Un ejemplo sería el tema de los ataudes encontrados en Rosario Central. Allí, un Tribunal de Justicia Deportiva podría haber actuado de oficio. Sería una gran solución a diferentes problemáticas que se están dando ahora”.

Los ataúdes encontrados en Rosario Central

Según explicó Norberto Outerelo, estos tribunales tendría “una primera y una segunda instancia y un recurso de apelación ante el Tribunal Supremo”. “Y también deben disponer de fiscales y auditores debidamente capacitados. Porque uno de los grandes problemas de todos los clubes es la parte contable y entonces ese auditor sería un contador que no sólo auditaría a los clubes de cualquier tipo sino que ayudaría, colaboraría con esa parte que es tan onerosa a un club. El fiscal haría el rol de impulsar de oficio causas que hoy en los tribunales de disciplina se tendrían que impulsar de obligatoriamente y no se hacen”, subrayó.

Auditorías sin Socidades Anónimas

“Con el Tribunal de Justicia al tener una fiscalía y una auditoría, por un lado el fiscal puede actuar de oficio en algunas cuestiones que a veces se tiene miedo de denunciar o de apelar” insistió la diputada Giaccone. “Y por otro lado, la auditoria de oficio también, monitorearía permanentemente los balances de los clubes. Muchos, con la excusa de que se manejan mal los fondos y que los clubes quiebran y están en déficit, sobre todo los que están en las grandes competencias, que manejan grandes suma de dinero con transferencias de jugadores y demás, la auditoría estaría en condiciones de hacer todo ese seguimiento y ese control que no se está haciendo hoy”.

En ese sentido, la legisladora se refirió a la insistencia del Ejecutivo Nacional con el proyecto de las Sociedades Anónimas Deportivas. “Nos dicen que son la solución a esto, cuando en realidad sabemos que en el mundo han fracasado absolutamente, que son fuente de lavado de dinero y corruptelas varias, y vienen a traer otros problemas más graves” enfatizó.

“Con este Tribunal estaríamos controlando todos esos temas de balance, cumplimiento de los estatutos de los clubes y vendría a ayudar en los desmanejos financieros que a veces se producen.

Para nosotros es necesario y hasta urgente crearlo, porque sería una alternativa de solución y a la corrupción y a la falta de transparencia en todo lo que refiere a disciplina, faltas y resolución de conflictos”, remarcó la diputada.

Lesión producida por el jugado de NOB, Fabían Muñoz a Marcelo Sarmiento

Por su parte, Outerelo también se despachó contra las Sociedades Anónimas Deportiva. “Los socios dejan de ser los dueños del club para que pase a serlo un señor que va a hacer negocios con las apuestas y el lavado de dinero entre otras cosas. Los clubes más ricos y grandes de España son asociaciones civiles no anónimas. Pero los demás países… tomemos por ejemplo Inglaterra, que se quedó sin clubes propios, y todos están en manos de chinos, rusos, australianos, etc. Lo mismo pasa en Francia y Alemania. Eso queda en manos de tipos que hacen negocios y que llegan a pagar, no se sabe cómo ni de qué manera, 250 millones de euros por un jugador…y fíjese que la Unión Europea de Fútbol quiso poner un freno a este tipo de amañas y no pudo”, señaló enfáticamente.

“Todos los deportes, no sólo el fútbol, todos los deportes deben dejar de estar bajo el arbitrio de tribunales que están compelidos por el amaño y el manoseo de una Comisión Directiva o de un poder económico. Entonces, para que realmente haya justicia tiene que ser autónomo, independiente y especializado”, volvió a recalcar Norberto Outerelo.

El letrado enfatizó también que “no se trata sólo de fútbol”. “Esto aplica a todas las disciplinas deportivas. Se hacen muchas barbaridades en hockey, en voley, en rugby. Si usted se quiere ir a otro club y es amateur, hay que pagar transferencia. Si no lo hace, y por las razones que sean, se quiere ir a otro club, lo suspenden por dos años y se ejerce la patria potestad, hoy acción parental, y por dos años ningún club lo acepta como jugador. En el hockey pasa lo mismo. Esto es inconstitucional. Ese un derecho que tienen las personas de asociarse libremente con fines lícitos”.

Evitar el camino de Luna de Avellaneda

En tanto, la diputada Giaccone remarcó que “estamos viviendo épocas en las que más que nunca queda visible el manejo del deporte como un gran negocio”. “Es cierto que el fútbol es lo más evidente, pero hablo de todo en general. Hablo de las Sociedades Anónimas deportivas, de tener mayor cantidad de jugadores extranjeros en nuestro deporte, del no cumplimiento de la Ley de Derecho a la Formación Deportiva y el no reconocimiento de la inversión que hacen los clubes formadores… esta Superliga, en al que hay un club de élite que se queda con los derechos de televisación, que se queda con los mejores jugadores, que no paga a los formadores y que a la vez los deja afuera con campeonatos que van a morir porque no tienen recursos… Toda esa visión que hoy predomina, que no sólo pasa en el fútbol”, detalló la legisladora.

“Se trata de cualquier federación que tienga un deportista que está representando a nuestro país y que hace mucho tiempo está tratando de crecer y no tiene recursos para viajar a alguna competencia nacional o internacional… – refirió – “Eso es algo que vemos todos los días. Creo que la visión que hay ahora es la de un deporte super profesionalizado donde quedan unos pocos grandes haciendo grandes negocios. En ese contexto hay que tener mucha voluntad política y pensar y tener la suficiente sensibilidad para pensar en el deporte como inclusión y no como negocio”.

Escena de la película Luna de Avellaneda

En ese sentido, Claudia Giaccone también recordó que “hay vigente una ley de Asignación Nacional Deportiva, que tampoco el gobierno nacional implementa”. “Y también la presenté en la provincia de Santa Fe, y no hubo forma de moverla. Es un proyecto lleno de cualidades por donde se lo mire que contempla pagar la cuota social de club de barrio a los chicos que cobran la asignación universal. Pero bueno, son temas muy difíciles que van contra los intereses de los más grandes, aunque creo que nos estamos perdiendo una oportunidad enorme”

En relación a ello, la diputada mostró gran preocupación: “Estamos teniendo nuevamente a los clubes de barrio al borde de la quiebra, algunos ya no pueden participar en las ligas regionales por falta de fondos. Vamos a terminar de nuevo como Luna de Avellaneda. Si no se fortalece el club, es como cerrar la escuela. El club es la escuela dentro de la educación no formal, saca a los chicos de la calle, los alejas de las drogas y el alcohol, los forma y los contiene”.